lunes, 8 de junio de 2009

"Seras lo que debas ser o no seras nada"

Yo no he de olvidar jamás una lección que recibí cuando aun era niño. Discutía con una persona mayor sobre la veracidad de cierta afirmación por haberla leído en un diario
Esa persona tenia una perro al que llamaba león, “ Mire amigo”- Me dijo-, y dirigiéndose al perro, le llamo “león, león, león” y el perro vino “ ¿Ha visto? “ – me dijo- “ le digo león y viene pero no es león es perro”.
Este consejo quiero transmitirlo a todos los argentinos de buena fe, porque he descubierto que en este momento hay muchos hombres de mala fe que desean engañar a la opinión publica con fines generalmente inconfesables.
Me he de tomar el trabajo de ser yo mismo quien informe a la opinión publica... a fin de evitar que la cizaña de estos malos sembradores invadan el campo de la verdad y los buenos argentinos sean inducidos a caer en el error de buena fe.

De la conferencia pronunciada por el general Peron el 21 de agosto del 1947




Serás lo que debas ser o no serás nada


Cuando nos encontramos ante el abordaje de temas de naturaleza política, en nuestro caso aquellos aspectos vinculados con el peronismo, ya sea, visto en los medios de difusión orales y escritos como en la literatura local, podremos observar que se utilizan calificativos y categorizaciones que distorsionan la verdadera definición de lo que plantea nuestro movimiento y define nuestra ideología. Un primer aspecto es en relación a los términos nombres propios y adjetivos, si la terminología utilizada es la correcta y adecuada ayudara a que podamos ubicarnos en el espacio político que corresponde para el análisis , de lo contrario generara confusión, y error de interpretación, por dar algún ejemplo. Recordemos como en tiempos de post-guerra se conceptuó ( por parte de sectores opositores al movimiento creado por Perón ) de nazi-fascista o de comunista, según de que sector político que provenía la critica era el rotulo que se le confería, por lo tanto provocaría un grave error de análisis si utilizamos algunas de las mencionadas ideologías como parámetros propios para realizar algún estudio o investigación sobre determinado tema vinculado al peronismo, dado que son ambos los pensamientos que mencionamos ajenos al ideario justicialista, y de hacerlo estaríamos mezclando elementos ideológicos opuestos, a riesgo de provocar una verdadera distorsión de identidad y el falseamiento de nuestra ideología y nuestra doctrina, la falta de precisión en el estudio da como resultado confundir al desatento y mal formar al distraído. Si bien dichas rotulaciones siempre se adjudican con la intencionalidad política del desprestigio por lo que carecen de seriedad, las tomamos como ejemplo para graficar que importante es el grado de rigor científico claridad y objetividad que debemos volcar al momento de expresar una idea o un concepto, y de que forma la terminología a emplear debe ser la correcta y adecuada para no correr el riesgo de entrar en definiciones que nos conduzcan a plasmar la idea de que algo, como puede ser un partido político, es lo que en realidad no es. A decir de Perón [...] No hay nuevos rótulos que califiquen nuestra doctrina ni nuestra ideología, somos lo que las veinte verdades peronistas dicen [...]
Por lo tanto los temas que abordaremos aquí buscan desmitificar y delimitar habituales generalizaciones que tienden en la mayoría de los casos a estigmatizar la idea de un peronismo despintado y desteñido , tal como se lo pretende presentar en mas de una oportunidad , o lo que es peor teñido de un color ajeno al propio.
Desde la medula del movimiento hasta su corteza el mismo será analizado por fuera de los paradigmas establecidos que operan como verdad revelada e indiscutible, y son la visión elaborada que nos muestra una sub- cultura dañina y peligrosa que hace posible que tramposamente estén dichos paradigmas fuera de cuestionamiento alguno, pero para el revisionismo no tienen los alcances que el discurso dominante le pretende asignar, asumiendo como paradigma la suma de modernas creencias, valores, e ideas que articulan un pensamiento imperante y que a la vez se constituyen en patrones que modelan la vida y las costumbres de las sociedades y sus instituciones. El peronismo que se caracterizo por ir en contra de las corrientes de moda no puede ni debe tomar como matriz de análisis los mencionados paradigmas para la interpretación de la realidad y mucho menos deberíamos relativisar el ideario propio, un hecho que generalmente se lleva a cabo invocando un pragmatismo que conduce a la renuncia a nuestros principios y que son en definitiva razón de ser de nuestra existencia

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